¡Hola blogueros!

Les escribo desde una región muy caliente del sur venezolano ya casi lista para el regreso a clases :( .Así que aprovecho para informarles varias cosas.

Primero quiero agradecerles a quienes continuamente me visitan, me leen y comentan – ¡GRACIAS!- a quienes pasan por acá por casualidad, curiosidad o por azares del destino les invito a leerme y a comentar :)

Lo segundo, el regreso a clases significa que no tendré la posibilidad de escribir y publicar diariamente (por razones de tiempo y acceso a Internet) pero como es imposible que abandone este espacio (o monstruo como lo llama Lemur) decidí publicar varias cosas por semana, así que este blog se convertirá en una especie de semanario; con esto espero mantenerme al día y en contacto con todos ustedes.

Blogueros me despido desde esta zona árida, con refresquito bien frío en mano y el tiempo disponible para visitarlos. ¡Un beso a todos!

P.D: La nueva modalidad entrará en funcionamiento la próxima semana

En este silencio compartido, repaso las líneas que sé que leíste y saboreaste hasta convertirlas en propias. Resuena el eco de tu voz idealizada, perdida en la memoria, rescatada de entre tantos recuerdos; hablaba de un beso, la página desgastada describía ese beso frustrado, el que aún ahora anhelamos.

Repito el recorrido del autor, delineo mis propios labios, imagino que tú lo haces, y tiemblo, tiemblo como la luna en el agua al imaginarme tan cerca de ti.

*La frase en cursiva pertenece a Julio Cortázar en su novela Rayuela

Un paso al frente, los pies desnudos barren el suelo, se impregnan del sucio de la calle. Allí frente al espejo me miro, me sorprende descubrirme en un sitio tan público. Suena la música, ya está bien sujeto el caderín importado de Turquía (como me gusta acotar). Allí están otras mujeres mirando con celo a las otras féminas. La música suena, empieza la clase, los brazos arriba y abajo como las bailarinas de ballet, duele ser elegante, cansa esa pose de muñeca de cristal.

Cada nota se disuelve en la sangre, se confunde con la respiración. Adelante y atrás, cadera arriba y abajo, chillan las monedas que cuelgan de mis caderas, es un chillido colectivo. Miro a la profesora bailar con la gracia de una odalisca, no se puede perder de vista cada movimiento. La miran las demás del grupo, la miran los hombres que ejercitan en sus máquinas, la miran las mujeres que descansan recostadas.

Me reencuentro en el espejo, me miro a los ojos y me sorprende. Allí estoy moviendo el cuerpo como serpiente, excavando en mis ancestros. Quizás corre algo de Salomé por mi sangre, quizás haya algo de felina en cada vaivén. Allí me veo jadeante, de rodillas frente a un espejo aprendiendo a seducir.

Nota: inspirada en el blog de Vero y deRamón acá publico una foto de mi autoría.

En una noche tan linda como esta

me presento al universo bloguero con mi banda de Miss, sin la dieta de los puntos, ni los cocos operados. Les desfilo en esta estrecha pasarela con el cabello enredado y manteca de cacao en los labios. Media vuelta. Les regalo la sonrisa más bella (que no ha premiado colgate) y los pies sin calzado Lucci.

Cierro peso y atenta a los flashes, olvidé los lentes de contacto verde, ni modo,me tendrán que conocer con estos ojos marrones herencia de mi padre. Despacio, 1, 2, 3 hacia la derecha (véanme mejor los de allá); hacia la izquierda (regáleme su voto el de corbatin); centro, ya casi se acaba el desfile, otra sonrisa para el voto de miss Internet.

Cuando me pregunten por la dieta diré que tomo sopa con tenedor, y si me preguntan por el busto, les contaré que al bisturí le faltaba filo. Al fin y al cabo en una noche tan linda como esta cualquiera de nosotras(las venezolanas)podría ganar, ser coronada Miss Venezuela, en la linea, curvilínea, cocotera, limonera, negrita, blanquita o cafeconlechita.No olvidemos a las catiras, a las melenudas, la calvitas, las bonitas, las feitas...

¡Misses, enderezen sus coronas y regalen su mejor sonrisa!

Soñé que me cantabas al oído

Mi ronquita tu voz es un ronroneo meloso.
Tu cantar acordes de guitarra vieja.

Mi amor, es tu susurro un gruñido apagado
y tu grito un trueno ensordecedor.

Gitana, tu voz esconde un secreto indecifrable
como los caminos recorridos por tus ancestrales ojos negros.

Mi morena, no dejes de hablar.

Tropezones del destino

Si los recuerdos son olas que vienen y se van con el viento, o con el destino, ayer chocó contra mí el recuerdo de aquel niño de ojos verdes que estudiaba 5to grado y de quien -a mis siete años- estaba perdidamente enamorada. Es impresionante la manera en que aún me sonroja pronunciar su nombre y la risita boba que me ataca cuando me acuerdo de él.

Hace más de 10 años que no nos vemos, en mi memoria sigue irguiéndose su figura delgada, su cabello cobrizo y la inolvidable malta caracas para el desayuno. Ayer cuando reconocí a su madre chiquita y simpaticona en un centro comercial, me pregunté si alguna vez él se acordará de la niña de 2do grado que le sonreía en el recreo y que jugaba con él en la rueda, entre la polvareda de tierra seca y los gritos de otros niños.

"Estamos rompiendo las leyes de la identidad convencional, estamos destrozando las imaginarias barreras de espacio y tiempo, nunca creimos en las distancias ni en los mares premonitores...aunque se que aún existe un miedo...se que la entrega tendrá que ser absoluta, o no servirá para nada que hayamos engañado a los relojes..."

Rescatado de un libro usado y amarillento. Rayuela, Julio Cortázar

Ritual de medianoche

Para Nel

Cuando el reloj marca las 12 de la medianoche, el cielo se turba de nubes que se acomodan para ver mejor el ritual.

Empieza con un saludo casual, ¿cómo estas?, ¿qué hiciste? y el estoy fastidiada de siempre. Mi respuesta es igual, nada, leo, también yo.

Puntos suspensivos, pasan varios minutos y luego de meditación la sacerdotisa pronuncia las palabras me voy; yo sólo soy su ayudante y le replico que espere un poco más, pero es tarde, cerró la ventana y está por irse cuando de su lado del mundo, brilla el sol de media noche, y ella se detiene en seco, atónita exclama ¡llegó!, entonces sonrío porque se que el ritual está completado.

Cada media noche, ella abre la ventana y dice, estoy fastidiada, y ya yo sé lo que tengo que hacer.

Musa en off

Estoy frente al computador, escucho la banda Sonora de Amelié, (hace tanto que no veo esa película). En mi papel digital escribo y borro, un paso al frente y dos detrás. Afuera llueve, parece una tormenta, de vez en cuando el cielo se ilumina de repente con sus colores azuláceos y luego ruge como un león hambriento.

Sigo escuchando la balada francesa, por alguna razón me imagino al cantante pequeño y gordito. Punto. Llegué al punto y seguido y aún me parece no haber escrito nada.Recuerdo entonces el blog de Verónica, hoy lo conocí y leí su último post, me parece que hago lo mismo.

Suspiro, estoy dandole vueltas a la situación, tratando de no romper la ventanilla de emergencia y publicar esas palabras que sé que leerá, sabrá que son suyas. Me detengo, es mejor seguir mi camino zigzagueado de oraciones borrachas, mejor eso que arrepentirme mañana.

...Sé que el jajaja de tu risa es real

porque mi locura te hace cosquillas

y mi silencio te asombra...

A mis 21

Soplo la velita
pensando en hoy
-inhalo-
Tomo una bocanada de aire
segura de que allí está la clave para que mis deseos de cumpleaños se hagan realidad.
-exhalo-
Suavemente, como un silbido mis secretos fluyen
acarician el fuego
le susurran mis sueños
y entonces cede
la vela se apaga.
Es un acuerdo tácito entre nosotras
ella, vivaz, se compromete a cumplirme y yo, agasajada, me comprometo a creer.

No sólo la tristeza y la decepción sirven de musa

También lo sirve el amor en sí

Esos pequeños momentos

La sonrisa reprimida del alma que pide a gritos

Que rías, que goces, que sueñes, que vibres porque estás amando.

Son las ganas

De morir en un abrazo

De tararear canciones entre besos

De besar y descubrir el cuerpo

De acariciar el alma

De volverse telépata.

De amar, amar, amar

Y entender las alegrías, las depresiones y las rabietas

De aceptarlo todo del otro

De entregarlo todo.

Son las cosquillas en la barriga

Y las manías ajenas

Las fantasías sobre el futuro,

Los sueños sobre el ahora.

Las ganas

De amar y que el tiempo se detenga

Que no pase el momento

Que se quede perpetuamente

La sensación de gloria y de amor que sólo Dios conoce.