Los recuerdos caen gota a gota, palabra a palabra en esa caminería de piedra, sol y de hierba. Un lejano "te quiero más allá de las estrellas" queda inarticulado en la garganta, porque han pasado los años, ha caminado el tiempo sepultando consigo ese "te quiero", borrando aquellas manos grandes y ese pedacito de tiempo, destiñendo poco a poco el "papá, te quiero más allá de las estrellas".
3 Comments:
Sinembargo el subconciente, es un mar de recuerdos extraviados, pero que siempre estan ahi.
Saludos
Fel.
y vuelven cuando menos te lo esperas...
Tierno y melancólico como los recuerdos de invierno.
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