Saturday, February 17, 2007

No es igual; ya no son las mismas gotas de antes, aquellos puntitos deformes pegadas en cualquier superficie, amenazándome, mostrandome su fuerza. Anoche cuando lei el extracto de Cortázar queNel publicó, dejé de sentirlas insignificantes, las noté.

Y sucedió que durante el baño, me topé de frente con muchas gotas regordetas, que crecían y crecían negándose a caer, retando a la ley de la gravedad; sólo por travesura las exploté una a una, las sentí entregarse a mis dedos, desaparecer y multiplicarse.

Miré hacia arriba y de la regadera caían filas de gotitas juntas, fuertes en conjunto, pequeños balines de agua fría que me salpicaban la cara, el cabello y se volvían caminos de río en mi geografía.

1 Comments:

At 2/23/2007 9:42 AM, Blogger Erick said...

El amigo Cortázar, mesías de lo cotidiano...

 

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